Dylan Graves califica a Cerdeña como el "Hawái" del Mediterráneo. Quizá se haya columpiado un poco,  aunque sea una isla con muchas posibilidades de surfing cuando se forman las olas.

Entre los encantos de la isla, además de las buenas olas, destacan la rica y auténtica gastronomía, los impresionantes paisajes, su ancestral cultura, y la amabilidad de los lugareños. Sin embargo, no todo fue fácil: los sinuosos caminos presentaron un desafío inesperado, pero terminaron convirtiéndose en parte de la aventura y el encanto del lugar.